La perfección no existe, algunos nos esforzamos porque así sea, pero Dios se encarga de hacer sus movimientos para que cometamos errores, se nos presenten obstáculos, perdamos personas importantes en nuestras vidas, nos decepcionemos y aprendamos de todos esos procesos.
En ese trayecto también nos presenta muchísimas cosas buenas, buscamos pasar tiempo de calidad con la familia, valoramos los amigos, conocemos gente de buen corazón, recuperamos cosas, etc.
Vamos a dejar que las cosas positivas dirijan nuestras vidas y que las negativas sean solo un aprendizaje, en ese balance está la verdadera felicidad.
Dios todos los días nos da miles de motivos para dar gracias y ser feliz, no siempre tendremos lo que queremos, pero aprendamos a ser felices con lo que tenemos, esa es la única perfección que existe.
Vivamos con integridad, honestidad y valores, cuando tu conciencia está en paz, todo va mejor, aunque haya una tormenta a tu alrededor. Foto/Video: Braulio de los Santos
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