LOS FAVORES PERSONALES SON DEUDAS MORALES SIN FECHA DE EXPIRACIÓN

Los favores personales pueden entenderse como deudas morales que, a diferencia de las obligaciones financieras, no tienen una fecha de caducidad específica. Estos favores surgen en el contexto de relaciones interpersonales, donde un individuo realiza un acto de ayuda o apoyo hacia otro sin esperar una compensación inmediata o material a cambio. Sin embargo, a lo largo del tiempo, esta acción puede convertirse en una especie de obligación tácita que pesa sobre la relación.

A medida que el tiempo avanza, la deuda moral por el favor otorgado puede seguir presente, generando una sensación de compromiso o gratitud que perdura indefinidamente. En este sentido, los favores personales pueden ser vistos como vínculos invisibles que conectan a las personas, estableciendo expectativas y responsabilidades que trascienden el tiempo y las circunstancias.